independientemente del nivel de realismo, voy viendo rasgos que conectan mis relaciones amorosas. seguro que me gusta platicar mucho con alejandro y con misael, son diferentes temáticas y diferentes intensidades, pero al final ambas me alimentaban inmensamente. no obstante, destaca de mis memorias el hecho de que por lo regular los que hablaban eran ellos y no yo. acaparaban la escena. todo se traba sobre ellos casi. guau. un rayo de luz como los que nos pegan de repente cuando escapan del velo de unas persianas.

erik, por el otro lado, me pide que hable. eso, naturalmente, me cohibe, me priva, me pone muda. se que le puedo hablar de mil cosas pero se me borra el lenguaje. no logro combinar mis ideas, como canta eddie santiago. es en hebras como esa a las que me sujeto para seguir volando alto con la idea de este romance tan imaginativo que nos hemos inventado. supongo somos algo como un alivio el uno para el otro. solo que ahora que yo quedé sola las cosas cambian, y para mi puede ser algo más que un alivio. creo que para él no. no lo sé.

en fin para volver al verdadero asunto de estos párrafos, la cosa es que lo he logrado identificar, ese hecho. me he metido en relaciones donde el protagonista de la pareja es él. acapara todo. toda mi atención y toda mi energía. hablan y hablan. de ellos y para ellos. ahora tengo algo que es lo contrario, y puede que eso me asuste un poco, pero también... puede ser algo hermoso. mmm....